domingo, 28 de diciembre de 2014

Everybody hurts

Le hubiera gustado ser más común, más como el resto, menos suya.

Hubiera deseado poder saber qué pasaba por su cabeza con exactitud en todo momento; le hubiera encantado poder ordenar lo que sentía.

Quizá el problema era ella y su constante necesidad de ordenar y analizar todo lo que sucedía en lugar de dejarse llevar. Tal vez debería dejarse guiar por lo que sentía en cada instante y no pensar en lo que había sucedido en el pasado. 

Una vez más era el pasado lo que la atormentaba, atrapándola en una espiral de la que era difícil salir. 

No podía hacer nada, no sabía que hacer.



tenía su huella marcada;
más marcada que nunca. 

jueves, 25 de diciembre de 2014

Read all about it, Part III.

Le gustaba demasiado pasar las tardes de invierno en las que no tenía nada que hacer tirada en la cama escuchando esas canciones que tenían un lugar especial en el fondo de su corazón. 

Casi sin darse cuenta estaba repasando mentalmente todas y cada una de las cosas que le habían pasado durante los últimos meses, e incluso cosas que habían sucedido años atrás. Por su cabeza pasaban momentos importantes, momentos que habían dejado huella en ella para siempre y que formaban y formarían parte de su pasado y de sus recuerdos. 

Nunca había pretendido borrar de su memoria las cosas que le sucedieron algún día, porque si lo hacía una parte de ella se perdería para siempre. Prefería guardar los momentos en algún lugar de su interior y así ser capaz de recuperarlos cada vez que lo necesitase. 

Tal vez le servía como vía de escape cuando necesitaba huir de su presente; quizá lo utilizaba para darse cuenta de que había estado peor en otros momentos, o simplemente aparecían en su memoria cuando menos lo esperaba. 

Y esta vez no iba a ser diferente. Hoy era una de esas tardes perdidas con la cara enterrada en la almohada cubierta en lágrimas. Lágrimas que no necesariamente tenían que ser de tristeza o de felicidad, eran lágrimas de recordar tiempos pasados que ahora ya no estaban, que se habían esfumado y perdido con el paso del tiempo. 

Muchas veces le hubiera gustado haber podido volver a revivir partes de su vida, haber podido volver a determinados momentos para así enfrentarse a ellos de nuevo y poder resolverlos de otra forma mejor que aquella en la que habían sucedido por primera vez. Pero sabía de sobra que no podía y también sabía que era mejor dejar las cosas como estaban; si quería fantasear siempre podía hacerlo, en sus recuerdos, modificados a merced de su voluntad en ese momento. 

Seguro que mucha gente pensaría que lo que estaba haciendo en ese momento era algo estúpido, pero si nunca se preocupó por lo que pensaba la gente, no iba a empezar a hacerlo ahora. Disfrutaba reviviendo su vida, viendo como todo había cambiado, mirando hacia el pasado y preguntándose como sería el futuro. Pero sobre todo, disfrutaba viviendo el presente, un presente que podía vivir gracias a lo que su pasado había hecho sobre ella. 

Cerró los ojos, y empezó a bucear en su memoria. No tenía prisa, la música sonaba y sin darse apenas cuenta perdió la noción del tiempo.



Read all about it, Pt. III

martes, 23 de diciembre de 2014

Nunca le había gustado el frío

Hipocresía era la primera palabra que se le venía a la mente cada vez que pensaba en la navidad. Sabía desde hacía ya muchos años que toda la opulencia que rodeaba la navidad no era más que una cortina de humo que intentaba tapar unas deficiencias cada vez más notorias que hacían que no disfrutase la navidad.

Se había convertido en una época de mal gusto en la que había que aguantar sonrisas falsas, preguntas incómodas y alguna que otra discusión innecesaria. 

Pero las reuniones familiares nunca fueron un problema para él, Su familia siempre había estado muy unida y pese a que faltaba en la mesa gente muy importante, todo seguía como si nada año tras año. Aun así él seguía sintiéndose incómodo cada vez que veía  encima de la mesa una cantidad insana de comida que reposaba caliente sobre los platos. 

En realidad lo que nunca había entendido de la navidad era la necesidad de rodear la felicidad que se siente al tener a la familia reunida de una nube de comida, regalos y un frío consumismo que quitaba hierro a la esencia de la navidad.  

Todavía entendía menos el por qué de gastar un dinero que no se tenía en aparentar riqueza al regalar cosas que nadie necesita mientas el el cariño y el amor se quedaban descansado en casa. 

Nunca llegó a comprender a toda esa gente adulta, tan emocionada en gastar y gastar para poder regalar cosas caras y llenar la mesa de comida exquisita. Siempre pensó que la navidad se había convertido demasiado frío. Y el frío nunca le había gustado.