domingo, 2 de noviembre de 2014

Tanta mentira que resultó ser verdad.

Siete de la tarde, hora de coger el tren, como todos los domingos. Un tren que le devuelve a la realidad que le espera durante toda la semana. Una realidad que cada vez se aleja más de la vida que había llevado durante los anteriores 18 años. 


Ahora, cuando vuelve a casa fantasea con que todo es como antes, pero cada semana se da cuenta de que la vida que tenía se va alejando cada vez más; sin que nada pueda ser hecho para detenerlo.

Tantos años llevaba esperando un cambio, tanto tiempo quiso cambiar de vida, para que cuando le dieron la oportunidad empezó a echar de menos la vida que tenía. Tanta gente que le dijo: "piénsalo bien antes, que no es tan fácil como parece" y que resultó que al final tenían toda la razón. 

Cada semana que pasa, la sensación de estar fuera de lugar aumenta; cada domingo en el tren, la sensación de que todo se va alejando más también aumenta. Y todo por querer seguir viviendo la misma vida que antes, y además vivir las nuevas experiencias. 

Sé que nunca fue consciente de que tendría que alejarse de todo un poco; y de que irse supondría perder algunas de las cosas que tenía ya ganadas. También sé que siempre pensó que todo estaría hecho desde el principio, como si todo fuese a seguir inmóvil pese a que el cambio era inminente e inevitable a partes iguales. 

Por todas estas cosas, sigue pensando en que ha cometido un error, en que no se detuvo a pensar las cosas lo suficiente antes de lanzarse en tromba hacia un vacío en el que no sabía lo que iba a encontrar.


Al final, resultó que todas las voces que decían que nada iba a ser tan fácil como él imaginaba tenían razón. Al final tanta mentira resultó ser verdad, y tanta verdad resultó ser mentira. 




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